El mundo de la oficina está cambiando por momentos y con ello, también cambian las profesiones que lo rodean. Es el caso del secretariado, un empleo que ha evolucionado con el paso de los años y que ha lavado totalmente su cara después de la inserción de la tecnología en los procesos de administración clásicos. Este cambio ha modernizado técnicas y procesos y ha dado un nuevo enfoque a la profesión.
Las redes locales de computadoras y las redes de área amplia están al alcance de cualquier oficina, y ya todos los ejecutivos redactan y escriben sus propios memorandos, cartas y presentaciones. Ellos envían sus ofertas a través de la red, con los que evitan la entrada de ruido en la comunicación (matices externos que puedan variar el contenido original del mensaje). La correspondencia escrita en papel ha dado paso a la transferencia de información en forma digital y las funciones del puesto de secretariado se han visto reenfocadas.
Esta redefinición del perfil pasa por ejemplo, por seleccionar personal con una capacitación mucho mayor, y como consecuencia, pagar también un sueldo más alto. El que esté al cargo de este puesto debe saber que formará parte del equipo de trabajo como uno más. Podrá participar en las reuniones y sus opiniones y valoraciones serán escuchadas y valoradas.
La profesión deriva hacia un nuevo enfoque y cada vez más, sus funciones se asemejan a las de la asistencia administrativa. La empresa actual requiere una preparación completa por parte del trabajador, que incluya segundos y terceros idiomas, administración, contabilidad, mercadeo y ventas. Se buscan candidatos con habilidades interpersonales, de liderazgo, capacidad de trabajo en equipo y flexibilidad para adaptarse a las cambiantes circunstancias que confronta a diario la empresa de nuestros días.
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